Mi gato Simba estuvo en mi cama dormido, me dio tanta ternura que no quise molestarle y me acomodé de modo de que no le molestara.
Al día siguiente para mi sorpresa, Simba todavía estaba allí (mis gatos se levantan en la madrugada a hacer ruido) pero Simba no se movió de su sitio desde la noche anterior. Supe que algo estaba mal.
Le llevamos pronto al veterinario, padeció de fiebre de 41 grados y no tenía fuerzas para nada.
Lo dejamos donde el veterinario, dijeron que volvamos al día siguiente para retirarlo. Cuando fuimos nos dijeron que tenía defensas bajas y que estaba ictérico, que era mejor si se quedara un par de días más. Fue demasiado horrible, no quería llorar ni pensar en lo peor, pero imaginarme que Simba estaba solito en una esquina con una aguja en su vena me partió el corazón TxT
Afortunadamente ya volvió, ahora le damos algunas pastillas y atún para gatos. Ya se mueve y tiene energías (L).